Indemnización a la víctima de agresión

Indemnizacion victima agresión

 Cuando alguien sufre una agresión, es fundamental conocer sus derechos y opciones para recibir una compensación por los daños sufridos. En este artículo, te explicaremos en detalle cómo funciona el proceso de indemnización para las víctimas de agresión, qué tipos de daños pueden ser compensados y cómo puedes buscar justicia y reparación económica en estas situaciones.

¿Qué se considera una agresión física?

En el contexto de este artículo, interpretamos que un delito de agresión es análogo a un delito de lesiones. Esto implica que una persona inflige una lesión a otra con intención deliberada. Sin embargo, es fundamental destacar que la intención debe ser causar lesiones, no matar. Si la intención fuera matar y el resultado es una lesión en lugar de la muerte (por ejemplo, si la víctima es recibe un disparo pero sobrevive), estaríamos ante un delito de homicidio en grado de tentativa, no de lesiones. En cambio, un tiro en la pierna podría ser considerado un delito de lesiones, y no de homicidio intentado.

En este análisis, deliberadamente excluimos las agresiones sexuales, las cuales se definen como actos que atentan contra la libertad sexual de un individuo mediante el uso de violencia o intimidación.

Así, podemos concluir que un delito de agresión se caracteriza por causar, por cualquier medio o procedimiento, un daño que disminuye la integridad física, la salud física o psicológica de otra persona (la víctima). Este es un tema complejo, pero es fundamental que lo entendamos para proteger nuestros derechos y los de los demás.

¿Qué hacer si he sido víctima de una agresión física?

Lo recomendable en caso de haber sido víctima de una agresión física es, evidentemente, atender a nuestra salud en primer lugar. Denunciar es secundario, pero no menos importante, y hay que hacerlo cuanto antes.

Los hospitales, los médicos y personal sanitario en general, están obligados a dar parte a la autoridad judicial en aquellos casos en los que sepan o sospechen que las lesiones que han atendido profesionalmente tienen un origen delictivo. En muchas ocasiones el procedimiento penal empieza por ese parte judicial del hospital, pero es recomendable presentar denuncia cuanto antes.

La manera de formalizar la denuncia puede ser ante la policía o la guardia civil, o directamente en el juzgado. Es conveniente, en cualquier caso, contar con el asesoramiento de un abogado penalista desde el principio, para evitar la pérdida o destrucción de pruebas que no se obtengan inmediatamente.

Si ejercitamos la acusación particular tendremos derecho a participar en el procedimiento, a proponer pruebas, estar presente en las declaraciones que se tomen a los investigados y a los testigos o peritos, reconstrucciones de hechos, o a recurrir resoluciones si no convienen a nuestros intereses, entre otras cosas. Es decir, a estar debidamente defendidos para asegurarnos de que se respeten nuestros derechos como víctima de un delito de agresión o lesiones.

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¿Cuándo se tiene derecho a indemnización tras sufrir una agresión?

Se tiene derecho a ser indemnizado cuando se ha producido un daño, ya sea personal o moral, un menoscabo a nuestra integridad.

Pero además, hay que tener reconocido ese daño en una sentencia firme condenatoria para que podamos de forma efectiva llevar a cabo la reparación del daño o el resarcimiento. Uno puede haber sido víctima de un delito de agresión, pero no haber sido capaz de obtener la condena de una persona concreta por este hecho. Imaginemos un supuesto en el que el acusado sea absuelto por falta de pruebas, o porque el tribunal tiene dudas de su participación en los hechos. O, incluso, que no llegue a acusarse formalmente a nadie sino que el caso se archive y finalice antes de llegar a juicio. En estos casos, aun habiendo sido víctima de un delito de agresión, es posible que la víctima no consiga cobrar una indemnización por las lesiones sufridas a consecuencia de la agresión.

También puede ocurrir que se reconozca el derecho de la víctima a ser indemnizada la sentencia, pero que el responsable del delito, que ha sido condenado, no tenga bienes para satisfacer la responsabilidad civil, con lo que la víctima tendrá reconocido el derecho a ser resarcida, pero no podrá efectuarse dicha reparación.

Hay una ley, la Ley 35/1995, de 11 de diciembre, de ayudas y asistencia a las víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual que, en determinados casos, puede suplir de alguna manera estos casos. Es muy recomendable contar con el asesoramiento de un abogado penalista experto para hacer una reclamación al amparo de esta ley, puesto que se suele aplicar una forma bastante restrictiva. Este es el enlace a la página del BOE que nos lleva al texto de esa ley
https://www.boe.es/eli/es/l/1995/12/11/35/con

¿Cómo calcular la indemnización por ser víctima de agresión física?

Pregunta difícil de contestar, puesto que depende de múltiples variables.

Como con carácter general puede decirse que, en la práctica, se aplica como criterio orientativo el baremo indemnizaciones en accidentes de circulación, si bien hay que tener en cuenta que no vincula a los jueces a la hora de fijar una indemnización por una agresión física. Suele aplicarse incrementado en un 20-25%, por entender que el baremo de tráfico es para delitos imprudentes, y en el caso de tratarse de un delito intencional (doloso) el daño debe resarcirse en una cantidad superior.

Dicho esto, los conceptos sobre los que se suele fijar la indemnización a percibir por la víctima de un delito de lesiones pueden ser:

–         Días de curación, ya sean impeditivos para realizar la víctima sus tareas habituales, o no impeditivos, o incluso de hospitalización.

–         Gastos médicos o relacionados con la lesión sufrida.

–         Secuelas (por ejemplo, una cicatriz, una cojera, pérdida de visión…)

–         Daño moral.

Los días de curación son fáciles de calcular, multiplicando la cantidad diaria por el número de días que determine la prueba, que suele ser la del médico forense.

En las secuelas hay un campo de variación bastante amplio, porque suelen valorarse por puntos, en función de la gravedad de las secuelas. Pensemos, por ejemplo, en la pérdida de movilidad de una mano, que puede tener distintos grados. O en el perjuicio estético: no es lo mismo una cicatriz en el cuero cabelludo, que probablemente no se vea, o en una pierna o en el rostro.

Y lo mismo cabe decir del daño moral, que es de difícil cuantificación.

¿Quién paga la indemnización por agresión?

En principio, el responsable o autor de un delito es quien debe pagar la responsabilidad civil derivada del mismo, es decir, la indemnización a la víctima.

En algunos casos, puede haber responsabilidad civil subsidiaria de algún organismo o empresa. Por ejemplo, si un policía agrede a un detenido, el Estado tendrá que hacerse cargo del pago de esa indemnización.

En el caso de que un empleado de una empresa, en el ejercicio de su funciones laborales, agreda a alguien, responderá la empresa, e incluso podría acabar pagando la indemnización la compañía de seguros que tuviera contratada para cubrir los supuestos de responsabilidad civil de la empresa.

O también, en el caso de un menor infractor, es decir, autor de una agresión, responden civilmente los padres o curadores de dicho menor.

Por último, y en aplicación de la Ley 35/1995, de 11 de diciembre que he mencionado antes, podría hacerse cargo el Estado, si bien con limitaciones en cuanto a los supuestos y a la cuantía.

Ejemplos de casos de pago de indemnización por agresión

En el caso de que la agresión se produzca por el portero de una discoteca, entendiendo que la agresión es injustificada y no se trata de una intervención profesional proporcionada y necesaria, la indemnización correrá a cargo de la empresa o del seguro de responsabilidad civil si lo tuviera contratado.

Si un menor pega a otro, por ejemplo en un supuesto de acoso escolar, deberá procederse al pago de la indemnización por parte de los padres.

Y, para finalizar, en el caso en el que dos personas se agredan mutuamente, y ambas sean autores y víctimas, se aplicará la compensación, es decir, el que tenga que indemnizar en mayor cantidad al otro, pagará solamente la diferencia. Esto es un supuesto más frecuente de lo que parece, puesto que las peleas se dan a diario.

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