La negligencia médica por retraso en el diagnóstico de apendicitis es una preocupación grave que puede tener consecuencias devastadoras para los pacientes. En este artículo, exploraremos en detalle qué implica este tipo de negligencia y cómo puede afectar a quienes la padecen
¿Qué es la apendicitis?
La apendicitis es un proceso inflamatorio agudo del apéndice en el intestino. Requiere de una actuación urgente para evitar su evolución hacia una peritonitis por perforación, que es potencialmente mortal para el paciente.
¿Cuándo la apendicitis pasa a ser una peritonitis?
Cuando existe un retraso diagnóstico de una apendicitis, ésta derivará en una peritonitis, al perforarse la víscera. Esta peritonitis conlleva la fuga de pus y otro tipo de materias intestinales al abdomen, lo que provoca una infección abdominal grave si no se resuelve de forma rápida.
¿Cómo debo reclamar una apendicitis mal diagnosticada?
El dolor abdominal es una de las causas más frecuentes de consultas en los servicios de urgencias del hospital. El dolor abdominal puede obedecer a muchas causas, pero es primordial descartar aquéllas que son graves de las más banales como una gastroenteritis, ya que las primeras sí suponen un riesgo para la vida del paciente. Hay que tener en cuenta también que hay una serie de síntomas como la fiebre, las náuseas, las diarreas etc etc que pueden estar o no presentes, incluso el dolor, es decir muchas veces las apendicitis cursan con cuadros atípicos.
De ahí la importancia de realizar una anamnesis y exploración muy detalladas al paciente, para conocer cuándo, dónde y cómo aparece el dolor y sus características (tipo cólico, punzante, …) la fiebre, otras síntomas digestivos. Para descartar un proceso de “abdomen quirúrgico” es necesario realizar pruebas de imagen, pues es el único modo de poder descartar un proceso grave. La ecografía abdominal es una prueba rápida, generalizada, sencilla y sin riesgo ninguno para el paciente con una eficacia diagnóstica del 96%..
Estas exploraciones son muy importantes en los casos de los niños, ya que es difícil que éstos expresen cómo es el dolor que tienen, y se tiende a banalizar los síntomas que tienen.
No se puede dar el alta a un paciente que acude a urgencias con dolor abdominal sin haber descartado previamente un proceso potencialmente grave, ya que pueden pasar inadvertida una apendicitis que, si no se trata de forma inmediata, se convertirá en una peritonitis que puede significar el fallecimiento del paciente o lesiones muy graves. El médico incurrirá entonces en negligencia médica y su consecuencia será la indemnización o incluso la cárcel.
¿Qué necesito para reclamar?
En todos los casos en los que se sospeche una negligencia médica, es fundamental recabar la historia clínica completa, incluidas las pruebas de imagen realizadas al paciente. Es la mejor arma tanto para el paciente como, en su caso, para el médico, de acreditar si la actuación fue correcta y se realizaron todas las pruebas médicas que estaban indicadas para alcanzar un diagnóstico.
Un despacho de alta especialización como el nuestro, que cuenta con los mejores equipos periciales especializados, es imprescindible para el éxito del caso.
¿Tengo derecho a indemnización por la negligencia médica?
El retraso diagnóstico de una apendicitis que desemboca en una peritonitis puede traducirse en unos daños graves para el paciente, como la necesidad de un periodo de hospitalización y posterior convalecencia mucho mayores que con una simple apendicitis, así como otros problemas derivados de esa peritonitis (la infección generalizada puede llevar a dañar otros órganos). Todos estos perjuicios deberán ser valorados por un perito especialista al objeto de valorar económicamente los daños por los que podré reclamar una indemnización. La indemnización será mayor o menor en función de los perjuicios ocasionados.
Una peritonitis que aboque al paciente a su fallecimiento como consecuencia de una negligencia médica dará derecho a los familiares, en tanto perjudicados por dicha muerte, a reclamar por ello.
Caso de éxito del despacho
Indemnizan con 160.000€ a los padres de un niño de 2 años que falleció como consecuencia de un error diagnóstico.
Los padres llevaron al niño al servicio de urgencias, donde fue tratado por un médico MIR que llevaba 2 meses de prácticas, sin supervisión de su adjunto. Los síntomas eran vómitos repetitivos, malestar general, fiebre, cansancio y falta de fuerzas… El diagnóstico de la MIR de pediatría fue “vómitos inespecíficos”, dando el alta al menor con la recomendación de hidratación. Ya en su casa, el niño falleció 4 horas más tarde como consecuencia de una peritonitis no detectada.
La autopsia realizada al niño desveló unas lesiones abdominales en el menor que eran totalmente incompatibles con una exploración física “normal” como la que informaba la MIR que le asistió en urgencias.