Según el último estudio de Innovación en el Sector Jurídico de Lefebvre, 8 de cada 10 abogados creen en la necesidad de innovar en el marco legal. No obstante, solo un 34% considera que se estén llevando a cabo acciones de este tipo.
Pero, si en el sector legal existe esta convicción de que innovar es necesario, ¿por qué solo lo hace un 34%?
Los principales obstáculos
- Desconocimiento: según Jorge Morell, experto en legal-tech, y Cristina Retana, experta en innovación, esta es la principal razón de desconfianza hacia las nuevas tecnologías. La solución a este problema no obstante es sencilla: bastaría con saber sobre los beneficios y utilidades de estas herramientas tecnológicas.
- Suplantación de los abogados: que la tecnología suplante a los profesionales es otro de los motivos por los que recelamos de la innovación. Sin embargo, como ya hemos afirmado anteriormente, este es un hecho bastante improbable. Lo que la tecnología permite es la automatización de tareas rutinarias, permitiendo que los abogados se centren en aquellas verdaderamente importantes.
- Limitaciones estructurales: los despachos más tradicionales se enfrentan a este problema. No disponen de software propio que ayude a ofrecer a los clientes un servicio más adaptado a sus demandas. Lo más lógico en esta situación sería la de apostar por expertos que nos faciliten este software: es aquí donde entran las plataformas como Emérita Legal.
Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, afirma que “en diez años la abogacía va a cambiar más que en los últimos cien, y el primer desafío es la innovación tecnológica”. Este es el principal motivo por el que debemos abrazar la innovación, pero existen muchos más.
Los beneficios del cambio al legal-tech
- Predicciones de resultados fiables: la Inteligencia Artificial nos permite, a través del análisis predictivo, revisar litigios pasados. Así podremos establecer una probabilidad del 90% de ganar o perder un caso similar. Este análisis sería impensable sin la ayuda de la tecnología, debido a la enorme cantidad de datos disponibles y analizables.
- Mejora de las relaciones con clientes: la creciente exigencia por parte de los ahora denominados smart shoppers, demanda más implicación de los abogados. Estos pasan de ser vistos como proveedores de servicios legales a socios estratégicos. Sería motivo suficiente para actualizar los servicios de los despachos y así afrontar la creciente competitividad en el ámbito legal.
- Automatización de tareas: como hemos mencionado más arriba, gracias a las innovaciones tecnológicas se consigue automatizar aquellas gestiones más mecánicas. El último Informe de innovación en la abogacía de los negocios así lo indica: los despachos profesionales que han apostado por la innovación han reducido un 75% el esfuerzo en gestiones de documentación. Se agiliza así el trabajo de los abogados para que se centren en tareas en las que son indispensables.
En resumen, podríamos concluir que el único obstáculo a afrontar es el miedo a dar el salto tecnológico, el cual ya se lleva a cabo en muchos otros sectores con éxito.
Un vez seamos conscientes de la necesidad de innovación en el ámbito legal, estaremos dispuestos a abarcar estos cambios.