¿Qué criterios debo seguir para definir los honorarios de mi despacho de abogados?

Son muchos los abogados que se plantean cada día cómo deben establecer los honorarios por los servicios que presta su despacho. 

Durante los últimos veinte años los criterios empleados para fijar la cuantía de los honorarios se han ido modificando hasta llegar a la situación actual en la que el propio mercado es el que determina su importe. 

No consiste únicamente en el establecimiento de un precio justo para las partes, también debemos contemplar qué facilidades de pago vamos a ofrecer ya que esto nos permitirá diferenciarnos y ser más competitivos. 

La amplia oferta de servicios jurídicos hace que sea vital que investiguemos a nuestros competidores con el fin de conocer la cuantía que cobran por los servicios prestados y qué facilidades de pago ofrecen a sus clientes. 

De este modo conseguiremos saber qué valor de mercado tienen los servicios que presta nuestro despacho y evitaremos la arbitrariedad en la fijación de precios.

Si quieres saber más sobre esta cuestión, echa un ojo a nuestro post Cómo conseguir más clientes para tu despacho de abogado en tiempos de coronavirus. 

Llegado a este punto… ¿sabes cuánto deberías cobrar por tus honorarios y qué alternativas de pago ofrecer a tus clientes para mejorar  la competitividad de tu despacho? 

¡No te preocupes! En Emérita Legal resolvemos tus dudas respecto de esta cuestión: 

¿De qué modo puedo establecer los honorarios de mi despacho de abogado?

No existe un criterio universal a la hora de determinar cuánto debe cobrar un despacho de abogados por los servicios que presta. 

Es por eso que a la hora de establecer la cuantía a percibir hay que valorar diferentes criterios como: 

  • La dedicación que demanda el caso
  • La dificultad de los temas que abordaremos
  • El nivel de especialización de los abogados 
  • El nivel de urgencia de cada caso 
  • La reputación del abogado
  • El precio que establece la competencia en la gestión de casos similares

Teniendo en cuenta esta serie de cuestiones pueden darse diferencias en el importe que van a pagar nuestros clientes. Por eso es importante que el cliente comprenda el por qué del precio de nuestros servicios. 

También es fundamental que dejemos claro el método de cobro que vamos a aplicar.

En relación a esta cuestión existen dos tipologías de cobro principales que desarrollaremos en detalle a continuación: 

Facturación fija por servicio

En este caso daremos un presupuesto cerrado que podemos establecer tanto de manera unilateral como después de haber negociado su presupuesto con el cliente. 

La cuantía fijada debe contemplar las actuaciones y acciones que demande ese caso en concreto y todas las reuniones necesarias para llevar a cabo el proceso. 

Si escogiéramos la modalidad de negociación con el cliente debemos elaborar una hoja de encargo en la que se contemplen:

  • Las tareas que nos encarga el cliente
  • La protección de datos
  • La provisión de fondos
  • El desistimiento de alguna de las partes

Al fijar el presupuesto antes de la realización del servicio corremos el riesgo de estipular un precio inferior a su valor justo ya que no podemos saber si el caso entrañará mayor dificultad que lo que suponemos de inicio. 

Por eso resulta imprescindible organizarnos y prever qué cantidad de horas le vamos a dedicar al desarrollo del caso y qué acciones vamos a desarrollar para llevarlo a cabo. 

Facturación por fases del proceso, expediente o procedimiento

Con este mecanismo de facturación podrás elaborar un presupuesto personalizado y adaptado a la casuística de cada caso concreto.

De este modo podrás fijar un presupuesto de antemano y trasladarle al cliente el importe que tendrá que abonar. 

Para implementar este tipo de facturación es importante: 

  • Adelantarnos a las acciones que vamos a tener que realizar para fijar un precio rentable para nuestro bufete.
  • Debemos llevar un control de las actuaciones desarrolladas tanto de manera judicial como extrajudicial. 

Facturación en base a resultados 

En este caso tenemos que determinar un precio base por el servicio y contemplar la posibilidad de reclamar una cuantía por indemnización durante el desarrollo del proceso.

Es importante disponer de una previsión del posible importe a cobrar en concepto indemnizatorio ya que nos corresponderá un porcentaje.

Este mecanismo entraña mayor riesgo ya que tendrás que desarrollar un buen pronóstico sobre las posibilidades de éxito del caso y estimar el importe de la posible cuantía de la indemnización. 

Tarifa plana

Funciona como una especie de suscripción, es decir, el cliente abonaría una cantidad fija de manera mensual y esta sería independiente de los procedimientos en que participe. 

Este sistema de cobro se aplica sobre todo a servicios vinculados con la consulta y el asesoramiento jurídico.

No existe un modelo perfecto para todos los despachos por eso has de elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.

A fin de cuentas los honorarios dependen mucho de los servicios y especialidades que ofrezca tu bufete y de su tipología de cliente.

Además, cada colegio de abogado publica precios orientativos que pueden contribuir en una buena estrategia a la hora de establecer la cuantía a percibir por los servicios que presta tu despacho.  

¿Cómo conseguir establecer tus honorarios y ser más rentable?

Independientemente de que tu actividad profesional sea por cuenta propia o ajena es imprescindible que el servicio que prestas sea rentable. Es decir, debe satisfacer los gastos y permitirte percibir unos ingresos. 

Para poder cumplir con este objetivo es fundamental que gestiones de manera ágil las cuestiones que plantean tus clientes y les proporciones una factura a la mayor brevedad posible. 

En la actualidad servirte de un buen software para abogados puede facilitar la tarea de definir tus honorarios ya que contribuirá a agilizar y simplificar el proceso de facturación.  

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