El derecho fiscal y tributario es una especialidad relacionada con los impuestos. Gracias al pago de impuestos se sostienen los gastos públicos como la sanidad, la educación, la seguridad.
Diferencias entre asesores y abogados de fiscal.
El asesoramiento fiscal está íntimamente relacionado, si bien hemos diferenciar entre asesores y abogados, ya que existe el delito de fraude fiscal.
El delito de fraude fiscal consiste en evadir impuestos, tanto con una contabilidad en dinero efectivo no declarada como a través de estructuras societarias o paraísos fiscales. En estos supuestos, sólo un abogado especialista en fiscal y tributario podrá hacerse cargo del caso porque los asesores fiscales no pueden ejercer la defensa ante los tribunales. Es fundamental elegir a un buen asesor fiscal dado que la responsabilidad penal, aunque estemos asesorados por un profesional, recae sobre el ciudadano.
Delitos fiscales
Ahora bien, no cualquier tipo de evasión de impuestos es delito. En concreto, a partir de 120.000 euros en un año o mientras sean susceptibles de liquidación. Si no se llega a esa cuantía, se trata de una infracción administrativa, a la que se aplican intereses de demora y una multa.
Existen otros tipos de delito, como el blanqueo de capitales. El blanqueo de capitales consiste en aparentar un modo de vida legal, con un negocio ficticio para justificar el origen del dinero. En concepto de «blanqueo» deriva de la concepción del dinero ilícito como “dinero negro” o de origen oscuro. Así, el blanqueo de capitales acompaña normalmente a otro tipo de delitos que obligan a “legalizar” las cuentas de los delincuentes para aparentar que llevan una vida normal.
Una persona mal asesorada puede cometer un delito de defraudación fiscal, con el riesgo de ir a prisión. Por eso es imprescindible estar asesorados por un buen abogado fiscal.