El régimen de visitas sin convenio regulador: este tema legal puede plantear preguntas y preocupaciones en quienes se enfrentan a un proceso de separación o divorcio sin un acuerdo establecido. En este artículo, exploraremos en detalle lo que implica el régimen de visitas cuando no existe un convenio regulador, proporcionando información importante sobre tus derechos y las consideraciones clave en esta situación.
¿Cómo funcionan las visitas si aún no hay convenio regulador?
En ausencia de un convenio regulador derivado de una sentencia de divorcio contencioso o de mutuo acuerdo, no existirá un régimen de visitas específico.
En este contexto, el derecho de visitas de los hijos no estará formalmente regulado y deberá ser acordado y gestionado de mutuo acuerdo por los progenitores sin una guía legal específica como es el convenio regulador.
El problema puede surgir en caso de que exista discrepancias entre ambos progenitores, en este caso, siendo que ambos mantienen derecho equivalentes, ninguno de los dos progenitores podrá exigir legalmente y a corto termino el poder estar con sus hijos.
¿Por qué es importante que se firme el convenio regulador?
Un convenio regulador pactado de mutuo acuerdo es un acuerdo establecido amigablemente por ambos progenitores, presumiblemente en interés de los hijos, evitando así tener que recurrir a un procedimiento que muchas veces es largo y psicológicamente complejo para los padres. Cuando es necesario recurrir a la vía contenciosa para determinar el contenido del convenio, a diferencia del acuerdo mutuo, este se convierte en una norma impuesta por un Juez, quien, a pesar de tener en cuenta el máximo interés de los hijos, no siempre decidirá en el sentido que los padres esperaban, sobretodo respecto al regimen de visitas o a la atribución de la guarda y custodia.
La importancia del convenio regulador radica en que permite establecer quién tomará decisiones sobre todas las cuestiones relacionadas con los hijos (educación, atención médica, actividades recreativas, religión, etc.), así como su lugar de residencia (ya sea compartida o no), las vacaciones, las visitas, entre otros aspectos. Además, abarca el cálculo y el pago de la pensión alimenticia. Asimismo, el convenio regulador puede contemplar la distribución de los bienes de la pareja, con especial atención al destino de la vivienda familiar.
Casos reales de conflictos por la ausencia del convenio regulador
Ante un divorcio o separación, si no hay un convenio regulador, en caso de conflicto entre los padres, los hijos podrían quedar desamparados, ya que no existirá ninguna normativa que determine con quién deben estar, por cuánto tiempo, etc.
Esta situación debe evitarse, ya que también puede equipararse a un conflicto significativo para el padre que no pueda ver a sus hijos debido a la obstrucción del otro progenitor.
Hay divorcios que se superan fácilmente y pueden ser objeto de una regularización simple, pero hay otros que necesitan de la intervención de un abogado experto para tratar de hacer entender a cada parte cuales son los criterios jurisprudenciales en materia de interes de los menores.
¿Qué pasa si no hay acuerdo?
Si no hay un convenio y no se llega a un acuerdo, es necesario presentar una demanda judicial solicitando medidas provisionales. A pesar de que estas medidas tienen carácter urgente y teóricamente deberían resolver rápidamente la obstrucción o el conflicto entre los progenitores, la realidad es que, debido al colapso de los juzgados, nos encontramos con frecuencia con señalamientos programados para dentro de seis meses. Esta demora implica que la situación o conflicto permanezcan sin resolverse durante un extenso periodo de tiempo.
¿Necesitas un abogado que te defienda en tu divorcio?
En caso de divorcio o separación, es crucial actuar sin demora. Si existe la posibilidad de llegar a un acuerdo con el otro progenitor, se debe considerar la elaboración de un convenio de mutuo acuerdo mediante la intervención de un solo abogado. Este abogado colaborará y asistirá a ambos progenitores con el objetivo de encontrar la mejor fórmula para ambas partes.
En situaciones donde no sea posible llegar a un acuerdo, ya sea debido a resentimientos o a factores externos, es esencial tomar medidas rápidamente y contratar los servicios de un abogado experto para regular la situación de los menores lo más pronto posible.
Es crucial tener en cuenta un aspecto significativo: aproximadamente dos tercios de los procedimientos de guarda y custodia que comienzan como contenciosos finalmente llegan a un acuerdo sin necesidad de intervención directa del Juez. Esto se debe a que, una vez que cada progenitor ha contratado a su abogado, los profesionales especializados en la materia tienen la capacidad de formalizar y lograr un acuerdo que podría haber sido difícil sin su intervención.
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