La guarda y custodia exclusiva para el padre es una modalidad de custodia en la que únicamente el padre se hace responsable del cuidado y la crianza de los hijos después de una separación o divorcio.
¿Qué supone la guarda y custodia exclusiva para el padre?
La guarda y custodia exclusiva para el padre supone que es a éste al que la resolución judicial otorga el cuidado cotidiano de los hijos, que viven y pernoctan con él en su domicilio, y la madre tiene únicamente un régimen de visitas que le permite no perder contacto con los hijos comunes.
Requisitos fundamentales para conseguir la guarda y custodia si eres padre
El requisito para que al padre se le otorgue la guarda y custodia exclusiva de sus hijos es que sea él el progenitor que les brinde más estabilidad, ya que en los procesos en que se ve afectado un menor de edad, el interés de los hijos es el más importante para un juez.
De este modo el padre que pide la guarda y custodia de sus hijos de manera exclusiva (es decir, no compartida) debe acreditar que con él los hijos gozarán de mayor equilibrio y estabilidad que con la madre. Para ello se suele tener en cuenta:
1.- La implicación hasta el momento de solicitarla en la educación y desarrollo del menor.
2.- La participación activa hasta ese momento en las diversas facetas de la vida del niño: salud, formación académica, ocio…
3.- La disponibilidad de tiempo para dedicar al cuidado de los hijos.
4.- Otro factor que también puede influir es tener un domicilio adecuado para el normal desarrollo de los menores.
¿Cómo conseguir la custodia exclusiva si antes se la dieron a la madre?
Para conseguir la custodia exclusiva que anteriormente se había atribuido a la madre es preciso acreditar que se ha producido algún cambio sustancial en la situación que existía cuando se le dio la custodia a la madre. Además hay que probar que la situación está afectando negativamente al menor (por ejemplo, en el rendimiento académico, en retrocesos en el desarrollo, etc) y que sin embargo el padre puede proporcionar un ambiente estable y sereno que permita al menor desarrollarse de manera óptima.
Consejos para conseguir la custodia exclusiva siendo padre
Para iniciar un proceso de este tipo es muy importante contar con suficientes pruebas que acrediten lo que hemos venido diciendo, que vivir con su padre reportará al niño más beneficios que con su madre, entendiendo por beneficio estabilidad, que no tiene nada que ver con el nivel de vida que le pueda proporcionar.
Si se trata de meras apreciaciones personales de los padres, pero no hay un sustento probatorio serio, no es conveniente iniciar un proceso de este tipo, ya que puede ser contraproducente, y ello porque la guarda y custodia exclusiva tiene una consecuencia económica importante, y es que aquel progenitor que no la tiene está obligado, además a pagar una pensión de alimentos. En ocasiones se emprende un proceso de modificación de medidas para solicitar el cambio de guarda y custodia de la madre hacia el padre, y si no hay una prueba clara del beneficio que reportará al menor ese cambio, puede generar la impresión de que sólo se está haciendo por un interés económico, lo que dificultaría la obtención de una sentencia favorable al cambio.
Ejemplos de casos reales de guarda y custodia exclusiva para el padre
En nuestro despacho se han llevado varios casos de este tipo. El más reciente ha sido un asunto en que se pasó de una guarda y custodia compartida a ostentarla en exclusiva nuestro cliente, el padre.
Se trataba de un caso en que uno de los hijos presentaba una tos somática que precisó incluso de tratamiento psicológico, generada por la ansiedad que le producía al niño llegar tarde al colegio todas las semanas que estaba con su madre, además de que las rutinas en la casa de ésta (acostarse a altas horas, dormir todos juntos en la misma cama, comer a deshoras…) le estaban afectando de manera importante. Se demostró (mediante la correspondiente justificación, sobre todo, de los constantes retrasos en las semanas de custodia de la madre) que el menor estaba más tranquilo, cuando estaba con su padre, hasta el extremo que los síntomas que manifestaba desaparecían cuando pasaba una temporada más larga en casa de su padre.
Es importante acudir a un profesional que sea minucioso en la tarea de recopilación de material probatorio útil y que sepa enfocarlo de manera que no se “culpabilice” a la madre de sus hábitos y costumbres, sino sencillamente poner de manifiesto que el menor estará mejor con su padre.
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