¿En qué régimen económico matrimonial te has casado?¿Qué bienes se reparten en un divorcio?¿Cómo se valoran los bienes en un divorcio?¿Qué pasa con el ajuar?¿Cómo se calcula el reparto de un inmueble en un divorcio?¿Cómo se calcula el reparto de un negocio familiar en un divorcio? Estas son algunas de las preguntas más buscadas en internet durante el último mes. Por ello, le hemos pedido a la experta en divorcios, María Araceli Vida Navarro, que les dé respuesta.
¿En qué régimen económico matrimonial te has casado?
Para saber en qué régimen económico se ha contraído matrimonio hay que acudir al Registro Civil del lugar donde se contrajo matrimonio y solicitar un certificado de matrimonio. Ahí se pondrá el régimen económico.
Los dos regímenes económicos matrimoniales más usuales son los siguientes:
- Régimen de separación de bienes: mediante el régimen de separación de bienes pertenecerán a cada cónyuge los bienes que tuviese en el momento inicial del mismo y los que después adquiera por cualquier título.
- Sociedad de gananciales: en este régimen se considera que todos los bienes que se adquieran durante el matrimonio pertenecen a ambos cónyuges. Los bienes adquiridos con anterioridad o los heredados no pertenecerán a la sociedad de gananciales y por lo tanto serán privativos de su titular.
¿Qué bienes se reparten en un divorcio?
Los bienes a repartir en un divorcio dependerá del régimen económico del matrimonio y de otros factores como la existencia de hijos menores, las necesidades de cada cónyuge, etc.. Vamos a ver los bienes a repartir en los dos regímenes económicos vistos en el punto anterior:
- En Régimen de separación de bienes, cada cónyuge conservará los bienes de los cuales sea titular, es decir, los que estén a su nombre pero puede pedir una indemnización al otro si se dedicó al hogar y a la crianza de los hijos sin tener un trabajo remunerado.
- En sociedad de gananciales todos los bienes se repartirán por mitad.
¿Cómo se valoran los bienes en un divorcio?
Para valorar los bienes en un divorcio, las partes pueden adoptar el valor que ellos libremente decidan, considerando que dicho valor será el que se establezca para la toma de decisiones si uno de ellos quiere adquirir su parte al otro o si se quiere vender el bien y repartir el beneficio. Sin embargo, si no hay acuerdo entre las partes o si hay dudas sobre el valor real de los bienes, se puede recurrir a un perito tasador que emita un informe objetivo y profesional.
Los bienes que se deben valorar en un divorcio son todos los que formen parte del patrimonio familiar. Para valorar los inmuebles y a efectos de los impuestos se debe tener en cuenta el “Valor mínimo de referencia” que nos dan las Comunidades Autónomas, ya que si se valoran por debajo de ese valor, se puede tener problemas con hacienda y recibir el temido requerimiento. Para valorar los muebles, se debe considerar el tipo de mueble, su estado de conservación, la vida útil que le resta y la depreciación que ha sufrido.
La valoración de los bienes en un divorcio se debe hacer a la fecha del divorcio, salvo que las partes acuerden otra fecha diferente. El coste de la valoración dependerá del tipo y número de bienes a valorar y del perito tasador elegido. En general, se suele pactar que cada parte pague la mitad del coste de la valoración.
¿Qué pasa con el ajuar?
El ajuar doméstico en un divorcio se refiere al conjunto de muebles, enseres y objetos personales que se usaban en la vivienda familiar y que facilitaban la habitabilidad de la misma². Para valorar el ajuar doméstico, hay varias opciones:
- Hacer un inventario de cada uno de los elementos que lo conforman y darles un valor individualizado, teniendo en cuenta su estado, su vida útil y su depreciación. Esta opción puede requerir la intervención de un perito tasador que emita un informe objetivo y profesional.
- Hacer una valoración conjunta del ajuar doméstico aplicando un porcentaje sobre el valor del inmueble. Este porcentaje suele ser el 3%, que es el que establece la ley del impuesto de sucesiones. Esta opción es más cómoda pero puede no reflejar el valor real del ajuar, sobre todo si hay objetos de gran valor como joyas, cuadros o antigüedades.
¿Cómo se calcula el reparto de un inmueble en un divorcio?
Supongamos que:
- La vivienda tiene un valor de mercado de 200.000 euros y una hipoteca pendiente de 100.000 euros.
- El matrimonio se casó en régimen de gananciales y adquirió la vivienda durante el matrimonio, por lo que es un bien común.
- No hay hijos menores ni otras circunstancias que afecten al uso de la vivienda.
- Las partes no llegan a un acuerdo sobre el destino de la vivienda y deciden venderla y repartir el beneficio.
En este caso, el reparto de la vivienda en el divorcio sería el siguiente:
Se vende la vivienda por 200.000 euros y se cancela la hipoteca con 100.000 euros, quedando un remanente de 100.000 euros.
Se deducen los gastos e impuestos derivados de la venta, supongamos que son 10.000 euros, quedando un neto de 90.000 euros.
Se divide el neto entre las partes por mitad, correspondiendo a cada una 45.000 euros.
Este sería un ejemplo simple de cómo se reparte una vivienda en un divorcio cuando se vende y se liquida la sociedad ganancial. Hay otros casos más complejos cuando una de las partes quiere quedarse con la vivienda o cuando hay otros bienes o deudas que afectan al reparto. En esos casos, se puede recurrir a un abogado o a un perito tasador para asesorarse sobre la mejor opción.
¿Cómo se calcula el reparto de un negocio familiar en un divorcio?
Supongamos que:
- El negocio es una tienda de ropa que tiene un valor de mercado de 150.000 euros y una deuda bancaria de 50.000 euros.
- El matrimonio se casó en régimen de gananciales y creó el negocio durante el matrimonio, por lo que es un bien común.
- Ambos cónyuges trabajan en el negocio y tienen el mismo grado de participación y responsabilidad.
- Las partes no llegan a un acuerdo sobre el destino del negocio y deciden disolverlo y repartir el beneficio.
En este caso, el reparto del negocio en el divorcio sería el siguiente:
Se vende el negocio por 150.000 euros y se cancela la deuda bancaria con 50.000 euros, quedando un remanente de 100.000 euros.
Se deducen los gastos e impuestos derivados de la venta, supongamos que son 20.000 euros, quedando un neto de 80.000 euros.
Se divide el neto entre las partes por mitad, correspondiendo a cada una 40.000 euros.
Este sería un ejemplo simple de cómo se reparte un negocio familiar en un divorcio cuando se disuelve y se liquida la sociedad ganancial. Hay otros casos más complejos cuando una de las partes quiere quedarse con el negocio o cuando hay otros bienes o deudas que afectan al reparto. En esos casos, se puede recurrir a un abogado o a un perito tasador para asesorarse sobre la mejor opción.
Más información sobre el reparto de bienes en un divorcio aquí.
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