Qué debo hacer si tengo un accidente de tráfico: ¿Cómo informar a la aseguradora? ¿Qué documentos necesito? ¿Qué respuestas puede darme la aseguradora? ¿Cómo reclamo la indemnización en caso de no estar conforme? Casos de ejemplo de errores que comete la gente al reclamar un accidente de tráfico. Francisco Rodríguez Ferrera, abogado especialista en derecho del tráfico vial, explica detalladamente en el siguiente artículo qué debes de hacer en estos casos.
Pasos a seguir si tengo un accidente de tráfico
Después de un accidente de tráfico es importante la seguridad de todos los implicados, es decir, no convertirse en un obstáculo que sea susceptible de provocar un nuevo accidente en el que pueda estar en riesgo la propia integridad física de los implicados. Quiere ello decir que hay que tener cabeza fría y pensar que lo importante es atender a la propia seguridad personal, y una vez que ésta esté garantizada, atender al resto de implicados.
Evidentemente, habrá que actuar en consonancia con la entidad del accidente. En un accidente con heridos de gravedad, lo más urgente será llamar a los servicios de emergencia, a efectos de una pronta atención médica de los lesionados. Los servicios de emergencia, además de enviar al equipo de atención médica, también darán intervención a los cuerpos de seguridad vial (Guardia Civil, Policía Local, etc.), quienes, además de regular el tráfico, se encargarán de tomar declaraciones a los implicados, así como reunir las pruebas necesarias para esclarecer la forma de ocurrencia, y determinar la responsabilidad del accidente.
En caso de accidente de menor gravedad, en el que solo haya daños materiales y no existan lesionados, será importante cumplimentar la Declaración Amistosa de Accidente, en la que se contienen los datos de los vehículos implicados (matrícula, modelo, aseguradora, etc.), así como los datos personales de los conductores implicados. En esa Declaración Amistosa de Accidentes, además, se deberá realizar una breve descripción de la forma de ocurrencia, y si fuera posible, incluso un croquis descriptivo del accidente. La firma de los conductores será importante, para plasmar la conformidad de que lo que allí se recoge resulta aceptado por los implicados, y que no se pueda variar la declaración en un momento posterior.
Es importante cumplimentar correctamente esa Declaración Amistosa de Accidente, por cuanto lo que en ella se recoja será posteriormente fundamental para la determinación del posible responsable del siniestro.
¿Cómo informar a la aseguradora?
Una vez producido el accidente, y en el menor plazo posible, es importante ponerlo en conocimiento de la entidad aseguradora, a la que se deberán aportar todos los datos disponibles.
Es importante trasladar a la aseguradora todos los datos de los implicados, si hay lesionados, si intervino Guardia Civil o Policía y si instruyó Atestado, y sobre todo la versión sobre la forma de ocurrencia del accidente.
Normalmente la declaración del accidente se realiza mediante una declaración telefónica, en la que la aseguradora tomará nota de lo que el asegurado le manifieste, si bien con posterioridad habrá de aportarse cuanta documentación se tenga en relación con el accidente.
¿Qué documentos necesito si tengo un accidente de tráfico?
Además de esa declaración inicial a la aseguradora, en caso de contar con Declaración Amistosa de Accidente, habría que remitir esta documentación por los medios que la propia aseguradora tenga establecidos, que normalmente serán mediante aportación telemática, o a través del agente de seguros de la localidad del asegurado.
En caso de existencia de Atestado, será la propia aseguradora mediante sus servicios jurídicos la que se encargue de obtenerlo.
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¿Qué respuestas puede darme la aseguradora?
En caso de conformidad entre las partes sobre la forma de ocurrencia del accidente, la aseguradora del vehículo responsable se hará cargo de las correspondientes indemnizaciones a los perjudicados.
Pero, ¿qué ocurre en caso de disconformidad sobre la responsabilidad del accidente?. En estos casos habrá que conocer el Atestado instruido por la autoridad, si lo hubiera, en el que se determinará las causas del accidente, así como el posible responsable del mismo.
Normalmente los Atestados son acatados por las aseguradoras, si bien esos Atestados no son infalibles sino una prueba más, que podrían ser desvirtuados mediante prueba en contra en caso de considerar que su contenido no atiende a la realidad de lo acontecido.
Es evidente que desvirtuar el contenido de un Atestado no va a ser tarea fácil, ya que los Jueces suelen atender al contenido de los mismos, salvo que se evidencie un claro error en su confección, o puedan aportarse pruebas contundentes que acrediten que no resultan exactos en cuanto a la forma de ocurrencia.
En caso de no existir Atestado, es importante contar con una Declaración Amistosa de Accidente firmada y cumplimentada correctamente, y en cualquier caso, con la declaración de testigos presenciales, sobre todo si son testigos imparciales, ajenos a las partes; así como otras pruebas indiciarias, como fotografías o vídeos con la posición final de los vehículos, etc.
¿Cómo reclamo la indemnización en caso de no estar conforme?
Antes de iniciar cualquier gestión judicial de reclamación, es obligatorio presentar una reclamación previa a la aseguradora del vehículo que consideremos responsable del accidente. Tras la presentación de esa reclamación previa, habrá que esperar a la contestación por parte de la aseguradora, y en caso de no contestar en un plazo de tres meses, ya podremos iniciar la reclamación judicial, a la que habrá de acompañarse la acreditación de haber presentado esa reclamación previa.
Para iniciar la reclamación judicial, es importante contar con la mayor cantidad de pruebas posibles, por cuanto la reclamación judicial puede suponer un importante desembolso económico para la propia defensa mediante Letrado, Procurador, Perito, etc.; en incluso los gastos de la parte contraria en caso de que la Sentencia desestimara la demanda y existiera condena al pago de las costas de la parte demandada, por lo que es importante un buen asesoramiento legal al respecto antes de iniciar cualquier reclamación judicial.
Casos de ejemplo de errores que comete la gente al reclamar un accidente de tráfico
Siendo importante tener razón, lo verdaderamente importante en una reclamación judicial por un accidente de tráfico es poder acreditar que se tiene razón. Quiere ello decir, que lo importante son las pruebas con las que se pueda contar cara al proceso judicial. Por ese motivo es fundamental contar con la mayor cantidad de pruebas posible.
Un error que suele cometerse tras un accidente de tráfico es no dejar plasmado en una declaración amistosa de accidentes lo que verbalmente se manifiestan los implicados. Es decir, un conductor puede dar su versión verbal en el momento del accidente, pero si no se dice por escrito y se firma la declaración, posteriormente se puede cambiar la versión de los hechos. Por eso resulta importante cumplimentar de forma exhaustiva la declaración amistosa de accidentes, y sobre todo, que la firmen los implicados.
Otro error que suele cometerse, y que puede afectar a la posterior reclamación, es no tomar datos de los posibles testigos presenciales. No es extraño que algún conductor haga mención a la gran cantidad de testigos presenciales del accidente, y sin embargo, no haber recabado dato alguno de los testigos para poder llamarlos para comparecer en el procedimiento y que den su versión de los hechos.
También resulta importante tener en cuenta la posición final de los vehículos, así como los daños que presentan, cuestión verdaderamente fácil de llevar a cabo hoy en día, ya que cualquier teléfono móvil puede tomar fotografías, e incluso realizar un breve video explicativo de la posición final de los vehículos y los daños que presentan. En muchos casos la posición final de los vehículos es una prueba que puede ayudar a la determinación de la forma de ocurrencia del accidente.
En lo que respecta a la reclamación de los perjuicios, también es importante un buen asesoramiento jurídico, cara a poder justificar los perjuicios sufridos, y que no se dejen de reclamar gastos o perjuicios a los que se tenga derecho conforme a la legislación actual.
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