¿Cómo ayudar a una persona a salir de las deudas?

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¿Las deudas se acumulan y no puedes pedir más préstamos ni asumir los que ya tienes? ¿Necesitas empezar de cero y no sabes cuáles son los pasos a dar? Ángela Elisa Álvarez Pérez del bufete Solvy, abogada especializada en Derecho Concursal, te da las claves para conocer la Ley de Segunda Oportunidad para que puedas acogerte a ella y salir de las deudas de una vez por todas.

Introducción

En primer lugar, es muy importante saber si las deudas provienen de una empresa que tuvo que cerrar. En caso de que se trate de que esta persona ha sido administrador necesitaremos evaluar en qué situación se encuentra esa compañía. En no pocas ocasiones, el cierre no se habrá realizado correctamente y será necesario regularizar esta situación. Si no lo hace, quien sea administrador se enfrenta a la posibilidad, no muy remota, de que se lleven a cabo derivaciones de responsabilidad que le hagan responsable de las deudas de la empresa. Especialmente, es muy común cuando se trata de deudas de hacienda o seguridad social. Por ello, proceder al correcto cierre de la compañía será el primer punto que deberemos llevar a cabo.

En cualquier caso, para salir de las deudas es necesario determinar ante qué tipo de deudas nos encontramos. No es lo mismo deber a la Agencia Tributaria que a un banco. Tampoco es igual la deuda de una tarjeta de crédito que la de la hipoteca de tu casa. Por ello, saber qué tipo de deudas tiene esa persona será básico para poder salir del problema. 

¿Cómo puedo quitar una deuda con hacienda o con la seguridad social?

Si la deuda es por un crédito público, deberemos intentar fraccionar y aplazar la deuda para poder hacer frente a los pagos. Los créditos públicos son los de Agencia Tributaria (Hacienda), Tesorería General de la Seguridad Social, diputaciones, haciendas forales, servicios tributarios de las comunidades autónomas, ayuntamientos, etc. En caso de que no sea posible fraccionar y aplazar la deuda, hay que intentar reducirla solicitando cartas de pago por las cantidades que vayamos pudiendo satisfacer. De esta forma irá poco a poco haciéndose más pequeña.

¿Cómo puedo salir de las deudas con bancos o financieras?

Si las deudas son con bancos o financieras, cuando ya no podemos hacerles frente o cuando prevemos que no podremos pagar, deberemos optar por acudir a la Ley de Segunda Oportunidad. Mediante su aplicación podremos reestructurar la deuda hasta en diez años sin intereses o, incluso, conseguir el perdón de la deuda. Los créditos públicos tienen un tratamiento diferente, por lo que también se pueden ver afectados, pero de una forma distinta. 

No creas que no es cierto que la Ley de Segunda Oportunidad es una buena solución. Solucionarlo si alguien más te da otro préstamo es una pésima opción porque agrava el problema ya que tienes que hacer frente todavía a más cuotas que antes.

Ángela Elisa Álvarez Pérez del bufete Solvy, abogada especializada en Derecho Concursal.

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¿Cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad?

Veamos brevemente cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad. Con la primera fase, conocida como mediación concursal, puedes reestructurar tus deudas. En ella, se nombra a una persona que actuará como mediador concursal. Principalmente tiene la misión de mediar entre los acreedores (bancos, financieras, proveedores, etc.) y el deudor. Tras comprobar los datos incluidos en el expediente, convocará a una reunión a los acreedores y les trasladará una propuesta de Acuerdo Extrajudicial de Pagos. Se pueden proponer un sinfín de medidas para alcanzar un acuerdo con los acreedores. Por ejemplo, se puede solicitar que nos alarguen el plazo de pago hasta en diez años. En créditos rápidos o personales a corto plazo, suele ser una muy buena medida. Pero es que, además, en cualquier caso, no podrá aplicarse interés alguno. Sí, interés al cero por ciento, pese a que el plazo sea de ciento veinte meses. También pueden ofrecerse quitas, lo que significa pagar menos de lo que debías. En el caso de que seas una persona autónoma o empresaria, puedes utilizar también otras herramientas de refinanciación. En cualquier caso, el objetivo es claro: transformar la deuda original en otra de características diferentes que sí puedas pagar.

Caso práctico para entender mejor la mediación concursal

A continuación, abordaremos un caso práctico. Imaginemos que tenemos financiaciones por valor de 36.000 euros. Todos los préstamos están a menos de cinco años, por lo que estamos pagando más de 750 euros cada mes en cuotas. Realmente en los últimos meses hemos tenido que pedir préstamos para pagar cuotas porque nuestro sueldo de 1.100 euros no nos alcanza. Mes a mes empeora y ya no sabemos cómo solucionar el problema. Se está convirtiendo en una bola que nos arrastra. Así que, considerando que no hay más remedio, acudimos al procedimiento de mediación concursal para intentar alcanzar un Acuerdo Extrajudicial de Pagos. Si quieres saber qué requisitos debes cumplir para poder acogerte a esta Ley, haz clic aquí.

Si ofrecemos el pago en diez años, sin intereses, la cuantía de las cuotas mensuales bajaría hasta 300 €. La reducción ya es muy de por sí relevante. Pero, teniendo en cuenta las circunstancias, consideramos que no va a ser posible cumplir, pues solo de hipoteca tenemos que pagar 600, con lo que cualquier imprevisto nos llevará al impago. Así, consideramos la opción de aplicar una quita del 40% sobre la deuda. Con esta quita y espera, la cuota mensual se quedará en 120 euros.

Sin duda, no existe en el mercado ni en la legislación una herramienta para refinanciar las deudas que sea comparable a ésta.

Opciones si se fracasa reestructurando deudas

Si fracasamos en este intento de reestructurar nuestras deudas, tendremos que pasar a la siguiente fase: el concurso de acreedores. En esta fase hay que liquidar los bienes: fincas, pisos, vehículos, etc.

Si quieres saber qué pasará con tu vivienda habitual, haz clic aquí.

Tras pasar esta fase, con la finalización del concurso, si el deudor es de buena fe, se accede a lo que se denomina técnicamente como Beneficio de la Exoneración del Pasivo Insatisfecho. Es decir, se solicita el perdón, es decir, el salir de las deudas. Una vez conseguido este beneficio, se podrá tramitar la salida de los ficheros de morosidad, así como la cancelación de los datos en la Central de Información de Banco de España. Si hubiera algún juicio iniciado para reclamar las deudas, también se le pondrá fin. En definitiva, volverás a empezar una nueva vida logrando salir de las deudas. Y, sí, es una segunda oportunidad en toda regla. Podrás comenzar de nuevo. 

No creas que no es cierto que la Ley de Segunda Oportunidad es una buena solución. Solucionarlo si alguien más te da otro préstamo es una pésima opción porque agrava el problema ya que tienes que hacer frente todavía a más cuotas que antes. Pedir otro préstamo sería «poner una tirita en una fractura abierta».

Sin embargo, aplicando la Ley de Segunda Oportunidad empezarás de cero, sin más préstamos. Atacarás a la raíz del problema y podrás volver a empezar.

Para saber más sobre deudas como, por ejemplo, quitar tu nombre de Asnef, haz clic aquí

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