Es una especialidad del derecho administrativo relativa a la actividad de fomento de la administración y que regula la actividad administrativa.
Necesitas a un abogado de fomento administrativo si:
Estás afectado por la inactividad de la administración o por una actividad no ajustada a las normas. Por ejemplo, si cumples los requisitos para obtener una subvención y no se te concede.
No necesitas a un abogado de fomento administrativo si:
Has acudido a una gestoría para la solicitud de la subvención y el motivo de la no concesión es el incorrecto servicio de la gestoría: en ese caso, necesitas a un abogado especializado en derecho de daños contractuales.